Parece que solo sea un tópico fijarnos metas cuando empezamos el año,
sin embargo tengo que decir que no solo es necesario sino
realmente motivador. Principios de año es un buen momento para reflexionar cómo va nuestra vida y en qué podemos mejorarla.
Lo más importante es que nuestras metas sean objetivas y medibles,
cosas que sepamos que podemos conseguir y que podamos evaluar la
consecución. Yo voy a escribirlas y a tenerlas presentes en lugares visibles como la nevera o la mesar de trabajo.
Y no hagáis caso a los misticismos que rodean al número 13, no debe ser un número asociado a la mala suerte, el 13 es mucho más, era por ejemplo el número sagrado de
los mayas el cual representaba las 13 fases lunares, 13 son las semanas que dura cada estación, la luna da
13 órbitas completas a la tierra a lo largo del año y el 13 simboliza en
muchas culturas antiguas una vida nueva, la transformación y el cambio y esto último es lo que espero que nos traiga el 2013, cambios,
novedades y retos con los que hacernos más fuertes y seguir creciendo personal y profesionalmente.
No me enrollo más, sólo pasaba a desearos… ¡Feliz 2013!
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